EL NAZISMO
QUE
ES?
UN
MOVIMIENTO O IDEOLOGÍA POLÍTICA, QUE SE DESARROLLA EN ALEMANIA DESDE 1933 HASTA
1945.
SU LIDER ADOLFO HITLER
SÍMBOLOS DEL NAZISMO
La
esvástica, su nombre proviene del
sánscrito (lengua indú), es
un objeto de culto para budistas e hindúes. En el hinduismo, representa tanto
la evolución del universo como su involución, según la dirección a la que
apunten sus brazos.
Hay
dos tipo de esvástica
esvástica
dextrógira (que gira
hacia la derecha)
esvástica
levógira» (que gira
hacia la izquierda)
El águila del partido Nacional Socialista (Parteiadler).
El Partido
Nacionalsocialista
El NSDAP tuvo su origen en el Partido Obrero
Alemán, fundado en Munich en 1919. Cuando Adolf Hitler se unió a él en ese
mismo año, la agrupación contaba con unos 25 militantes, de los cuales sólo
seis participaban en debates y conferencias. Hitler se convirtió en el líder de
la formación poco después de afiliarse a ella.
Durante el primer
mitin del Partido Obrero Alemán, celebrado en Munich el 24 de febrero de 1920,
Hitler leyó el programa del partido, elaborado en parte por él; constaba de 25
puntos en los que se combinaban desmesuradas demandas nacionalistas y doctrinas
racistas y antisemitas; en el punto vigésimo quinto se establecía lo siguiente
como condición indispensable para el cumplimiento de los objetivos previstos:
“Frente a la sociedad moderna, un coloso con pies de barro, estableceremos un
sistema centralizado sin precedentes, en el que todos los poderes quedarán en
manos del Estado. Redactaremos una constitución jerárquica, que regirá de forma
mecánica todos los movimientos de los individuos”.
Poco después del mitin de febrero de 1920, el
Partido Obrero Alemán pasó a denominarse Partido Nacionalsocialista Alemán del
Trabajo. Esta nueva organización se fue desarrollando poco a poco,
especialmente en Baviera. Sus miembros estaban convencidos del valor de la
violencia como medio para alcanzar sus fines, por lo que no tardaron en crear
las Sturm Abteilung (‘sección de asalto’) o SA, una fuerza que se encargó de
proteger las reuniones del partido, provocar disturbios en los mítines de los
demócratas liberales, socialistas, comunistas y sindicalistas, y perseguir a
los judíos, sobre todo a los comerciantes. Estas actividades fueron realizadas
con la colaboración de algunos de los oficiales del Ejército, particularmente
Ernst Röhm.
Hitler fue
elegido presidente con poderes ilimitados del partido en 1921. Ese mismo año,
el movimiento adoptó como emblema una bandera con fondo rojo en cuyo centro
había un círculo blanco con una cruz esvástica negra. En diciembre de 1920,
Hitler había fundado el periódico Völkischer Beobachter, que pasó a ser el
diario oficial de la organización. A medida que fue aumentando la influencia
del KPD, fundado en 1919, el objetivo principal de la propaganda
nacionalsocialista fue la denuncia del bolchevismo, al que consideraban una
conspiración internacional de financieros judíos. Asimismo, proclamaron su
desprecio por la democracia e hicieron campaña en favor de un régimen
dictatorial.
El putsch de Munich
El 8 de noviembre de 1923, Hitler, con 600
soldados de asalto, se dirigió a una cervecería de Munich en la que Gustav von
Kahr, gobernador de Baviera que en octubre se había proclamado comisario
general con poderes dictatoriales, estaba pronunciando un discurso. Apresó a
Von Kahr y sus colaboradores y, alentado por el general Erich Ludendorff,
declaró la formación de un nuevo gobierno nacional en nombre de Von Kahr. Éste,
tras simular aceptar el cargo de regente de Baviera que Hitler le otorgó, fue
liberado poco después y tomó medidas contra Hitler y Ludendorff.
El líder nazi y
sus compañeros consiguieron huir el 9 de noviembre después de un pequeño
altercado con la policía de Munich, de manera que el llamado putsch de Munich
(o de la cervecería) fracasó. Hitler y Ludendorff fueron arrestados
posteriormente. Este último fue absuelto, pero Hitler resultó condenado a cinco
años de prisión y el partido fue ilegalizado. Durante su encarcelamiento,
Hitler dictó Mein Kampf (Mi lucha) a Rudolf Hess. Esta obra, que más tarde
desarrollaría su autor, era una declaración de la doctrina nacionalsocialista,
que contenía además técnicas de propaganda y planes para la conquista de
Alemania y, más tarde, de Europa. Mein Kampf se convirtió en el fundamento
ideológico del nacionalsocialismo algunos años después.
Hitler fue puesto en libertad antes de un año.
El partido nazi se hallaba prácticamente disuelto, debido en gran medida a que
la mejora de las condiciones políticas del país había generado una atmósfera
más propicia para las organizaciones políticas moderadas.
Durante los años
siguientes, Hitler consiguió reorganizar el partido con la ayuda de un reducido
número de colaboradores leales. Se autoproclamó Führer (‘jefe’) del partido en
1926 y organizó un cuerpo armado de unidades defensivas, las Schutz-Staffel o
SS, para vigilar y controlar al partido y a su rama paramilitar, las SA. Cuando
comenzó la crisis económica mundial de 1929, Alemania dejó de recibir el flujo
de capital extranjero, disminuyó el volumen del comercio exterior del país, el
ritmo de crecimiento de la industria alemana se ralentizó, aumentó enormemente
el desempleo y bajaron los precios de los productos agrícolas.
A medida que se
agravaba la depresión, la situación se mostraba cada vez más propicia para una
rebelión. Fritz Thyssen, presidente de un grupo empresarial del sector del
acero, y otros capitalistas entregaron grandes cantidades de dinero al NSDAP.
No obstante, numerosos empresarios alemanes manifestaron su firme rechazo a
este movimiento.
Algunas
Características Básicas del Partido NAZI
a) Racismo
antisemita. Sólo podía ser considerado ciudadano alemán el que llevara sangre
alemana, característica que se negaba que poseyeran los judíos.
b) Nacionalismo
expansivo. Frente a la prohibición de los tratados de paz, se reivindicaba la
unión de todos los alemanes en una “Gran Alemania”, es decir. el Anschluss con
Austria, además de la posibilidad de anexionar zonas de mayoría demográfica
germana en otras naciones, y se afirmaba el derecho a poseer suelo suficiente
para un gran pueblo.
c) Control de la
prensa y de la creación literaria y artística, con el argumento de que se
“lucha contra la mentira política”. Corolario de este punto fue el monopolio de
la información y de la “verdad” por el Partido.
d) Abolición de
los beneficios de las grandes empresas. Nos encontramos aquí con el conflictivo
punto 11, reivindicado por Feder y la izquierda del Partido, y olvidado cuando
los magnates de la industria lo financiaron.
El Partido Nacionalsocialista en el Reichstag
El NSDAP ganó
apoyo rápidamente y reclutó en sus filas a miles de funcionarios públicos
despedidos, comerciantes y pequeños empresarios arruinados, agricultores
empobrecidos, trabajadores decepcionados con los partidos de izquierdas y a
multitud de jóvenes frustrados y resentidos que habían crecido en los años de
la posguerra y no tenían ninguna esperanza de llegar a alcanzar cierta
estabilidad económica.
En las elecciones
al Reichstag (Parlamento alemán) de 1930 los nazis obtuvieron casi 6,5 millones
de votos (más del 18% de los votos totales emitidos), lo que suponía un gran
ascenso en comparación con los 800.000 votos (aproximadamente un 2,5%)
obtenidos en 1928. Los 107 escaños alcanzados en estas elecciones les
convirtieron en el segundo partido del Reichstag, después del Partido
Socialdemócrata Alemán (SPD), que ganó 143 escaños. El KPD, con 4,6 millones de
votos, también logró un considerable avance con la obtención de 77 escaños.
El partido nazi rentabilizó al máximo el
agravamiento de la depresión económica (conocida internacionalmente como la
Gran Depresión) entre 1929 y 1932. Los esfuerzos desesperados del canciller
Heinrich Brüning por salvar la república democrática mediante decretos de
emergencia no consiguieron frenar el creciente desempleo. Por el contrario, la
ineficacia de su administración socavó la escasa fe de la población alemana en
la democracia parlamentaria. Así pues, Hitler obtuvo un elevado número de votos
en las elecciones presidenciales de 1932, aunque la victoria final fue para
Paul von Hindenburg.
En las elecciones al Reichstag celebradas en
julio de 1932, el NSDAP recibió 13,7 millones de votos y consiguió 230 escaños
de un total de 670. Se había convertido en el partido más fuerte, aunque no
contaban aún con mayoría, y el presidente Hindenburg ofreció a los
nacionalsocialistas ingresar en un gobierno de coalición. Hitler rechazó esta
propuesta y reclamó gobernar en solitario. Se disolvió el Reichstag y el NSDAP
obtuvo únicamente 11,7 millones de votos (196 escaños) en las elecciones que se
convocaron en noviembre para elegir una nueva asamblea.
El SPD y el KPD
obtuvieron en total más de 13 millones de votos, lo que les reportó 221
escaños; sin embargo, puesto que estos grupos eran rivales, los nazis, a pesar
de su retroceso electoral, continuaron siendo la fuerza mayoritaria en el
Reichstag. Hitler volvió a negarse a participar en un gobierno de coalición y
la asamblea legislativa alemana se disolvió por segunda vez. Hindenburg
finalmente nombró a Hitler canciller el 30 de enero de 1933, aconsejado por
Franz von Papen. A partir de este momento se inició la creación del Estado
nacionalsocialista.
A finales de
febrero, cuando estaba a punto de concluir la campaña de las nuevas elecciones
al Reichstag, el edificio que albergaba al parlamento fue destruido por un
incendio y se sospechó que este acto había sido provocado. Los nazis culparon a
los comunistas y utilizaron este incidente como un pretexto para reprimir a los
miembros del KPD con una brutal violencia; la misma suerte corrió
posteriormente el SPD. Ningún partido ofreció una resistencia organizada.
Finalmente, todas las demás agrupaciones políticas fueron ilegalizadas, se
consideró un delito la formación de nuevos partidos, y los nacionalsocialistas
pasaron a ser la única organización política legal.
La organización
del partido a partir de 1933
Desde ese
momento, el partido se convirtió en el principal instrumento del control
totalitario del Estado y de la sociedad alemana. Los nazis leales no tardaron
en ocupar la mayoría de los altos cargos del gobierno a escala nacional, regional
y local. Los miembros del partido de sangre alemana pura, mayores de dieciocho
años, juraron lealtad al Führer y, de acuerdo con la legislación del recién
instituido III Reich, sólo debían responder de sus acciones ante tribunales
especiales del partido.
En principio, la
pertenencia a esta agrupación era voluntaria; millones de ciudadanos deseaban
afiliarse, pero muchos otros fueron obligados a ingresar en ella contra su
voluntad. Era preciso ser miembro del partido para ocupar un puesto en la
administración pública. Se estima que el número de afiliados llegó a alcanzar
los 7 millones en el momento de mayor auge.
La principal organización auxiliar del partido
nazi eran las SA, designadas oficialmente como garantes de la revolución
nacionalsocialista y vanguardia del nacionalsocialismo. Obtuvieron por la
fuerza grandes cantidades de dinero de los trabajadores y campesinos alemanes a
través de sus recaudaciones anuales de las contribuciones de invierno para los
pobres; se encargaron de la formación de los miembros del partido menores de
diecisiete años; organizaron un pogromo contra los judíos en 1938; adoctrinaron
a los oficiales asignados a las fuerzas terrestres del Ejército alemán y
dirigieron a las fuerzas de defensa nacional del Reich durante la II Guerra
Mundial.
La reorganización de la sociedad alemana
Hitler comenzó a
crear un Estado nacionalsocialista eliminando la oposición de las clases
trabajadoras y de todos los demócratas. El juicio del incendio del Reichstag
sirvió como pretexto no sólo para suprimir al KPD y al SPD, sino para abrogar
todos los derechos constitucionales y civiles y crear campos de concentración
para confinar a las víctimas del terror nacionalsocialista.
La Gestapo
La Geheime Staatspolizei (Policía Secreta del
Estado), conocida como Gestapo, fue fundada en 1933 para reprimir la oposición
al régimen de Hitler. Cuando se incorporó al aparato del Estado en 1936, se la
declaró exenta de someterse a las restricciones que imponía la ley, y sólo
debía responder de sus actos ante su jefe, Heinrich Himmler, y ante el propio
Hitler.
Centralización y
coordinación
Desde 1933 hasta
1935, la estructura democrática de Alemania fue sustituida por la de un Estado
completamente centralizado. La autonomía de la que anteriormente habían
disfrutado las autoridades provinciales quedó abolida; estos gobiernos
regionales quedaron transformados en instrumentos de la administración central
y fueron estrictamente controlados. El Reichstag desempeñaba un papel meramente
formal, una vez desposeído de su carácter legislativo.
A través de un
proceso de coordinación (Gleichschaltung), todas las organizaciones
empresariales, sindicales y agrícolas, así como la educación y la cultura,
quedaron supeditadas a la dirección del partido. Las doctrinas
nacionalsocialistas se infiltraron incluso en la Iglesia protestante. Se
promulgó una legislación especial por la cual quedaron excluidos los judíos de
la protección de la ley.
La economía y la purga de 1934
El desempleo fue
el problema más transcendente al que tuvo que hacer frente Hitler al asumir el
poder. La industria alemana producía en esos momentos aproximadamente a un 58%
de su capacidad. Se estima que el número de desempleados de Alemania oscilaba
entre los 6 y los 7 millones. Miles de ellos eran miembros del partido que
esperaban que Hitler aplicara las promesas anticapitalistas expuestas en la
propaganda nazi, acabara con los monopolios y asociaciones de industriales y
reactivara la industria mediante la creación de un gran número de pequeñas
empresas. Los miembros del partido reclamaban una segunda revolución. Las SA,
dirigidas por Ernst Röhm, asumieron el control del Reichswehr (Fuerzas Armadas
alemanas) como parte del nuevo programa. Hitler tuvo que elegir entre un
régimen nacionalsocialista sustentado por las masas o una alianza con los
industriales del país y el Estado Mayor del Reichswehr, y eligió esta última
opción.
El 30 de junio de
1934, en la posteriormente denominada Noche de los cuchillos largos, el Führer
ordenó a las SS eliminar a diversos miembros de las SA, un grupo que podía
instigar una rebelión en el Ejército, en opinión de Hitler. Fueron asesinados
varios líderes de las SA y del partido, entre ellos Röhm y más de 500 de sus
seguidores, muchos de los cuales no eran contrarios a la política de Hitler.
También se incluyó en la purga a otros enemigos del régimen, como el general
Kurt von Schleicher, y a algunos monárquicos que defendían la restauración de
la dinastía Hohenzollern.